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PedroAGómezRuzzo
Maestro de Reiki
Federado Núm. 142
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Somos Seres energéticos, siempre se ha dicho y cada vez es más aceptado por mucha gente. Cada vez se aplican más terapias que tienen que ver con nuestra energía vital, como complemento a las terapias científicamente aceptadas; desde problemas físicos, emocionales, mentales, hasta espirituales.
Y los problemas de relaciones humanas encajan muy bien en la categoría de malestares que pueden mejorar con terapias energéticas. ¿Por qué?
Cuando estudiamos nuestro cuerpo energético desde el plano sutil (chakras, nadis, energía vital, flujo energético) nos damos cuenta que todas las funciones de vida se pueden relacionar con energías que recibimos y procesamos.
Si bien de forma general se estudian solo siete de los chakras principales (existen más), estos son suficientes para definir energías relacionadas con: nuestros instintos, nuestro disfrute, nuestras acciones, nuestros sentimientos, nuestra comprensión del mundo, la percepción de nuestra realidad y nuestra espiritualidad.
Y la combinación de estas energías, tanto en cantidad como en calidad, viene a darnos una clara perspectiva de cómo estamos actuando en nuestro mundo.
Pero nuestra actuación en el mundo nunca es solitaria; siempre nuestras acciones están guiadas hacia o condicionadas por otras personas. Nuestras interacciones personales son, en una proporción muy grande, interacciones energéticas.
Más allá de si hablamos idiomas similares, o si somos de una misma cultura, o si planteamos interacciones conscientes o somos viscerales, nuestras energías se modifican cuando interactuamos con otras personas. Esta modificación puede ser cómoda o incómoda; nuestro cuerpo energético siempre intenta acoplarse a las otras personas con las que compartimos y ese intento de acople va a alterar nuestro patrón energético alterando nuestro bienestar, por lo que va a modificarse también nuestro comportamiento.
Muchas veces un patrón energético modificado puede producir rechazo instintivo de una persona hacia otra o por el contrario generar esa “química” que puede acercarlas.
Si hablamos de interacciones personales “temporales” o “casuales”, nuestra respuesta energética es momentánea, pudiendo volver al equilibrio cuando estas cesan; pero cuando hablamos de relaciones más permanentes como son las de pareja, debemos poner mucho más cuidado a ese acople energético entre los dos para que no se cree algún patrón energético forzado que sea molesto o hasta insostenible para alguno.
Y aquí entra la Terapia Energética de Parejas (TEP). Estas consideraciones energéticas al tratar a parejas no vienen a desestimar los aspectos sicológicos de sus miembros; por el contrario buscan complementarlos y explicarlos desde otro punto de vista. La Terapia Energética de Parejas no están pensada para sustituir a las ayuda sicológicas de pareja brindadas por los profesionales de la conducta humana, pero si complementarlas de forma inmejorable.
La TEP es hasta ahora una técnica planteada y desarrollada por mi persona, donde se mezclan:
un entendimiento claro de las características de nuestro cuerpo energético formado por chakras (centros energéticos) y por el flujo de la energía en nuestro ser (nadis)
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un entendimiento específico del funcionamiento energético tanto del hombre como el de la mujer
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la experiencia como terapeuta energético
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una sensibilidad importante en la captación e identificación de las energías de los diferentes chakras
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el discernimiento preciso en de la relación “energía” - “conducta humana”
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la utilización de herramientas y métodos tanto físicos, mentales, emocionales, energéticos y espirituales para modificar patrones energéticos difíciles y así poder hacer ajustes que sean beneficioso tanto la pareja como a cada uno de los involucrados.
La TEP comienza con entrevistas individuales de los involucrados para identificar el problema desde sus puntos de vista. De esta forma se puede comenzar a hacer la caracterización energética de cada uno de ellos para determinar los patrones energéticos que pueden estar enturbiando la relación.
Luego se consigue la estructura de funcionamiento energético de la pareja y se muestra donde puede estar la falla, aplicando los correctivos individuales si es el caso, para intentar disolver patrones agresivos individuales.
Como siguiente paso y de ser posible, se comienzan a proponer los cambios de la estructura energética para realizar el acople correcto de la pareja. Es aquí donde se utilizan las diferentes herramientas: desde terapias energéticas, hasta propuesta de modificación de esquemas de pensamiento lógico, emocional o espiritual.
El alcance de la TEP puede llegar únicamente al entendimiento a nivel energético del problema de pareja, o hasta colaborar con el intento de resolución exitosa del acople.
La duración y el trabajo a realizar dentro de la TEP es impredecible y es la pareja quien decide hasta donde avanzar y cuando parar, dependiendo de sus expectativas y de sus satisfacciones.
Es frecuente el caso que en una pareja es uno de los dos el que desea enfrentar el problema. En esos casos la TEP también puede ayudar desde uno solo de los lados.
Esta terapia si bien se plantea para parejas (novios, matrimonios), se puede utilizar en relaciones menos sexuadas como padres-hijos, amigos, compañeros de trabajo; donde la interacción no sea meramente casual ni temporal.
Y este es el caso nuevamente en que podemos utilizar terapias complementarias para acompañar a tratamientos médicos, ampliando la posibilidad de éxito al estar trabajando desde diferentes frentes de un mismo problema.
Quedo a tu disposición.
Namasté
Ing. Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Maestro miembro de la Federación Española de Reiki.
Original: 29 de agosto del 2012
http://www.reiki.org.ve
http://e-reiki.ning.com
Twitter: @eReiki
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